"Diminuta y viscosa, roja sanguijuela:
Me adhiero a mi espalda blanca y me chupo
en sangrienta ampolla me englobo, jorobado
a mí mismo me peso desangrado
me adhiero a mi henchida bolsa y me chupo:
a mí mismo me peso desangrado
me adhiero a mi henchida bolsa y me chupo:
Diminuto y pálido, voraz gusano."
Gonzalo Millán
La
narración avanza sin nosotros. Continua
lejana ausente.
Yace tu cuerpo lejano al mío.
Tu cuerpo no deja marcas en la historia.
Las
quemaduras no dejaron marcas en la narración del mundo.
Los bototos con tu sangre.
Hazte de mi madre ven por ella.
En el fondo
del mar cual tritón inválido yaces,
las piedras no sueltan tus carnes.
Acá vengo yo, gozo de la vida.
encuentralo, tu sabes dónde está, en tu cena se perdió.
Desde arriba caen duramente contra el suelo.
Debo
entonces esclarecer la venganza.
Debo
entonces caer.
Reviéntalos
a todos reviéntalos en sus casas
quema sus entradas toma a sus
hijas
ábrelas espárcelas por el viento,
que todos tomen su aroma.
Porque tenemos que seguir pasivos,
porque tenemos que buscar
justicia.
nada busco acá en el fondo, cargo con mis heridas a mar abierto.
Tengo
el dialogo a mis pies la narración,
la ficción me ha dejado botado
tengo las heridas para contar todas las historias.
Tengo el tiempo para perderlo.
Tengo la eternidad para quedarme sin hacer nada.
Cae en lo mismo, cáete sobre ti, cómete,
devórate, cáete sobre ti.
Saciado de mí tengo la culpa por todos lados.
Desde los bastiones de la ciudad lejana vienen todos,
caídos sobre sus cuerpos, todos culposos, roídos por la culpa.
Canta
Todo es fuerza, se desplaza,
todo es un discurso perdido. Todo es una maraña,
caemos rendidos.
De su sombra se espanta.
Escupe y se engulle más que nadie.
Míralos a todos muéstrales tus marcas,
tus hallazgos de historia.
El telar que tejiste está podrido, la peor de las lanas cae de tus manos,
tienes bajo los mantos todos los dolores.
Estamos corruptos,
curcos,
nuestras piernas juntas nuestra saliva sale por la nuca.
Tenemos nuestro espacio ante nuestros pies somos pocos,
estamos unidos membranosos.
Somos decaídos.