Porque
me detengo y no se avanzar, simplemente me pauso ante todo y caigo libre y de pie
aterrizo, pero me tropiezo y ruedo igual. Todo el espacio redondo me acobarda
como la primera casa, el primer espacio. Y tenía miedo de todo, porque las
persianas de madera pintadas blancas y descascaradas amparan todos esos
monstruos de mierda que acosan y te hacen mierda por dentro y por fuera, y no
me gustaría volver a ese espacio de miedo primordial porque soy cobarde, y
seria desnudarme otra vez, cuando ya estoy caliente y cómodo en este espacio
adulto. Y mentira, porque ruedo feliz a la infancia inútil y me quedo ahí
amparado en la valentía actual, y pienso en mi espacio perdido, en toda las
calles que no recuerdo y en realidad es un espacio perdido, una isla de mierda infértil
donde no hay niños ni negocios, ni vecinos ni autos.
lunes, 28 de enero de 2013
Suscribirse a:
Entradas (Atom)