jueves, 3 de enero de 2008

capitulo 1

El claro, el bosque he aquí el asunto, islas grasnadas lejos de mi casa, espero, feasientemente, que ellos vuelvan por mi. Ya han pasado tres días sin que vuelvan, mi ortografía es cada ves la misma mala.
Estoy en la isla y espero la salida, nadie viene por mi. El, que se ve cansado y triste, lucha con todas
sus fuerzas por recuperar el emblema perdido ¿Perdido donde? No me importan las interrogantes, responde alfa y omega, un par de hermanos con unos padres bastante poco criteriosos, juegan en el Todo a que logran nada, y las respuestas del hombre sucumben frente al paraíso. Es posible que pronto vengan por mi, deben saber de mi ausencia !acaso mi madre no me recuerda¡ es el juego de la vida, la universidad de la misma, que haré yo, de niño mimado, a estar solo en este lugar. Vuelve él a su lugar de origen, lo aplauden por saber que a sobrevivido, todo este tiempo, en aquel lugar solo.
Lo abarca una gran alegría, pues es un juego de gallardias que se entrelazan, que se vuelven contra uno, es un juego de egos que se vuelven por uno. Llevo ya tres años en las mismas circunstancias, tres largos veranos, primaveras, inviernos, otoños, días y noches, jugando. El sigue jugando, como de niño mimado, parece, por lo menos no lo he visto, solo tal vez con él mismo no haya soledad. Ya la tarde se aproxima y quiero volver a gritar. Es el baile de los que no están, el baile de los desvalidos. Cambiamos cada segundo y no nos atrevemos , ya nos caemos por el barranco viendo a los que son. Volar.

3 comentarios:

Daniela C. dijo...

jano, escribes y eso se agradece.
te amo.

Alejandro Jeldes dijo...

pero algo más po, :)

Daniela C. dijo...

te lo digo en la casita

le amors

 
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