El niño apunta hacia su propia cabeza con un cuchillo punta roma, sus manos tiemblan ante la presión que se ejerce. Grita con furia y llama a su madre. EL niño lucha con decisión y vacila por un momento, la madre lo observa, el niño dice – no quiero mas- la madre asiente con la cabeza, el niño se levanta de la mesa y se va a jugar.
1 comentario:
La eterna batalla de comedor, jajaja.
Está genial :)
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