sin titulo, ni fecha

sabes que debes morir,
sabes que decaídos del cielo
están los ángeles
por tu rostro por tu cuerpo,
No haces más
que ponerme nervioso,
no haces más que daño,
Me veo en un espejo,
me siento en la cama,
me atravieso en la calle,
como aquella mujer
que se deja amar por mis
groserias, por mi fealdad.
Es aquella mujer que se sabe
de su soledad
¿quien sabe como conceguirla?
alguien te ha visto el rostro
a mi muchas veces, soy yo
el poeta megalómano, que atiendo a
decenas de intrusos en el patio de su casa,
Sin saber que hacer,
tan solo corro y me alejo de ti
me haces daño, más que nada,
más que yo mismo
Y eso que venden correas hechas
con cuero, para que asustes a los
demonios,
demaciado conectado a ti
lo vamos a perder,
te deseo bien,
no llores, que la partida hace bien.
No me mires
que el reflejo
de tus ojos me daña,
no me beses
que es ácido
lo que tus labios expelen
los monstruos de papel
los dibujos de los niños
no puedo
tan fuerte,
sinceramente no puedo,
la peor de las bostas,
caídos desde el suelo,
no sabes,
deja caer libre,
mi vos era fuerte,
en algún momento lo fue,
me aferro a ese momento
mierda, no mientas,
lo siento, somos
muñecos de porcelana
pisoteados,
por mi, sin, respeto por nadie,
ahogate, sin respiro
en lo que te dejo
de ser.